Hoy os vengo a hablar un poco del tratamiento rehabilitador,
que es muy útil en pacientes con EM para mejorar la discapacidad y la calidad
de vida.
Como no, esta rehabilitación irá acompañada de algunas, de
las muchas ESCALAS DE EVALUACIÓN (de las cuales os iré
hablando en próximos post).
Aunque demostrar la efectividad de la rehabilitación en una
enfermedad como es la EM, es muy difícil… será básico efectuar un seguimiento
periódico, para ver los resultados de los estudios clínicos y los síntomas más
prevalentes.
Tanto este post, como el que os escribiré explicándoos un
poco las diferentes escalas que hay o por lo menos, las más utilizadas, lo he
recogido de investigaciones que he estado leyendo y estudiando con calma de
varias revistas de neurología (que, a decir verdad, después de tanto leer y
buscar… ahora no os sabría decir cuales, ya que iba leyendo y haciendo mis
apuntes).
La EM tiene unas características específicas que deberemos
tener en cuenta a la hora de abordar el tratamiento rehabilitador. Es una
enfermedad progresiva con curso fluctuante e imprevisible…
Existe un potencial de recuperación espontánea, sobre todo
en las fases iniciales de la enfermedad. Por lo tanto, vamos a encontrarnos con
el efecto acumulativo de múltiples lesiones a diferentes niveles, variables en
cada paciente y momento evolutivo, que en su conjunto determinarán múltiples
carencias que variarán el grado de discapacidad y minusvalía. Además, en algún
caso la intervención terapéutica sobre una carencia podrá empeorar otra…
Los objetivos terapéuticos serán el mejorar los episodios agudos,
frenar
la progresión de la enfermedad (mediante fármacos inmunomoduladores,
los cuales estimulan o deprimen el sistema inmunitario; y fármacos inmunosupresores
que son capaces de suprimir la respuesta inmunológica sobre los antígenos tanto
internos como externos) y el tratamiento de los síntomas
y las complicaciones. Integrado y coordinado con todos estos
tratamientos debemos situar el tratamiento
rehabilitador, entendiendo la rehabilitación
como un proceso en el que, mediante la utilización combinada y coordinada de
medidas médicas, sociales, educativas y vocacionales, ayudamos a individuos
discapacitados a conseguir su máximo nivel de funcionalidad y a integrarse en
la sociedad, mejorando así su calidad de vida.
El tratamiento rehabilitador se centrará en las
consecuencias de la enfermedad más que en el diagnóstico médico y el objetivo
fundamental será prevenir y reducir las
discapacidades y minusvalías.
Dicho tratamiento será individualizado e integrado dentro de
un equipo multidisciplinario.
Dependiendo de las áreas afectadas de los
pacientes (neuropsicológica, motora, esfinteriana…), serán tratadas de un modo
u otro.
Las estrategias que se podrán utilizar son las siguientes:
- - Prevenir déficit secundarios, como pueden ser las contracturas articulares derivadas de la espasticidad.
- - Entrenar nuevas habilidades para que el paciente pueda mantener una determinada función, mediante la potenciación de los sistemas sanos o la capacidad funcional de los sistemas afectados.
- - Compensar con ayudas técnicas funciones que no se pueden reeducar.
- - Instruir a una tercera persona para que realice un manejo correcto del paciente cuando ya le sea imposible efectuar determinadas actividades, siempre estimulando al paciente para mantener la máxima autonomía posible.
- - Modificar el entorno social y laboral
- - Técnicas psicológicas de educación y soporte al paciente, a la familia y a los cuidadores.
Los objetivos del tratamiento y las estrategias que son
utilizadas para conseguirlos se establecerán en función de los déficit,
discapacidades y minusvalías que presente el paciente y de su pronóstico,
basado en factores intrínsecos (fundamentalmente el pronóstico de la
enfermedad) y extrínsecos (como puede ser la situación socio-laboral), la
situación clínica del paciente, ya sea en fase de brote, remisión o progresión
de la enfermedad, y el estadio de la enfermedad. Por ello los objetivos varían
dependiendo de la fase del paciente, tanto si es muy avanzada como si es una
discapacidad mínima.
Para la evaluación de la efectividad de la rehabilitación se
analizan 3 aspectos:
- Si la rehabilitación es efectiva en reducir el déficit, la discapacidad y la minusvalía
- Si estos beneficios se mantienen a lo largo del tiempo
- Si existen diferencias en función de la ubicación del tratamiento rehabilitador ya sea hospitalario, en régimen ambulatorio o domiciliario.
Dentro de la sintomatología, lo que aborda el tratamiento
rehabilitador es, como ya todos sabemos, aspectos como son la fatiga (falta subjetiva de
energía física y/o mental) con tratamiento farmacológico; intolerancia al calor; la espasticidad
(agarrotamiento muscular generalizado, que provoca rigidez, espasmos
musculares involuntarios…) en el que se incluirán tratamientos de fisioterapia
y terapias farmacológicas; la ataxia
(descoordinación en el movimiento) tratado con fármacos y fisioterapia con
ejercicios de equilibrio y coordinación; la disfunción
del tracto urinario…
⭆EN RESUMEN:
Los estudios publicados demuestran que el tratamiento
rehabilitador es útil en pacientes con EM para mejorar la discapacidad y la
calidad de vida; dado que sus efectos declinan con el tiempo, será básico
efectuar un seguimiento periódico.
Dada la complejidad sintomática que pueden presentar estos
pacientes, el marco de tratamiento más adecuado será dentro de un equipo
interdisciplinario (sin diferencias en el ámbito hospitalario o ambulatorio).
Demostrar la efectividad de la rehabilitación en la EM es
complejo, por lo que es preciso efectuar más estudios con un mejor diseño y
escalas de evaluación, los cuales nos permitirán valorar mejor lo que se hace
y, en definitiva, contribuir a mejorar el tratamiento que se puede ofrecer a
los pacientes.
Que bueno tú post, Jessy, aunque viniendo de ti no me sorprende porque todo lo que escribes me encanta. Creo que la rehabilitación es algo que todos debemos hacer, nos hace mucho bien
ResponderEliminarLa rehabilitación sin duda alguna es el mayor pilar que tenemos a nuestra disposición para poder llegar a sentirnos un poco mejor... Tanto física como mentalmente...
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