Con este empecé el 1 de mayo de 2017, éste lo tuve que ir
poniendo poco a poco, es decir, ir subiendo la dosis de pinchazo durante un mes
para después ya poner la dosis correspondiente (la primera caja que te dan ya
viene preparada para que te sea fácil, cada fase, se distinguía por colores y así,
evitar errores). Y siiii…. También tenía que pincharme… otra vez… buaggg, y
esperando que valiera para algo… porque viendo los resultados nefastos que hizo
el Copaxone.
Se comienza con una dosis de 0,25ml; luego 0,5ml y por
último de 0,75 para ya dejarlo en la cantidad indicada que es 1ml. Este
medicamento está dentro de los conocidos “interferones”.
Mientras me disponía a ir a la consulta de enfermería de mi
neuro, mi cabeza iba pensando: “bueno no
pasa nada…lo peor que es pincharme… ya sé… así que… sin problema; a ver qué tal
la adherencia y los efectos secundarios”
jajajajaj jajajaja ayyy Jessiquina (como mi madre me llamaba) … que ingenua
eres… ¿de verdad creías que era llegar y besar el santo? Jajaja. Cuando vi todo
el arsenal que tenía preparado mi enfermera encima de la mesa… yo porque no me
pude ver, pero mi cara cambió tal que así, como la de “horror” de los “emojis de wasap”
como mínimo.
Si me parecía difícil el Copaxone… ahora me parecía un rudo
instrumental de la época de “Maricastaña”,
por favor… ¿pero no vale solamente subir los escalones de la medicación?
¿también hay que subirlos en dificultad de inyección? (que luego como todo,
igual que Copaxone, que casi casi te puedes pinchar con los ojos cerrados,
jaja).
Aquí las inyecciones ya no venían pre-cargadas, sino que,
venía por un lado el vial con polvos (el medicamento en sí), por otro lado,
estaba la jeringa cargada con el disolvente y por otro la aguja; pues nada… a
montar el puzle…
→Aguja + jeringa
→ Jeringa echa el disolvente en el vial
→ se mezcla el disolvente con los polvos del vial
→se aspira con la jeringa y de nuevo se llena (ya con la
medicación lista para inyectar)
Hay que tener cuidado que no formen burbujas porque a la
hora de pinchar duele un poco.
Hasta aquí solo es preparar la inyección…( mi enfermera me
lo explicó genial, pero yo un buen tiempo con el papel de las instrucciones muy
al lao mío…jeje) ahora toca ponerla en el inyector, que por cierto, pedazo de
inyector; tenía alarma para avisarte cuando te tocaba pinchazo, USB para
cargar, pantallita para ver lo que te quedaba de dosis mientras estabas
pinchando (mala opción el sufrimiento se hace más largo, jeje, igualito que
cuando quieres cargar algo en el pc y vas viendo el porcentaje en la barrita
bajar…pues igualito), niveles de velocidad de inyección (por cierto si estáis
pensando en poner la máxima velocidad para que termine antes esa pesadilla… no
os lo aconsejo, yo pensé lo mismo y lo hice… “una y no más Santo Tomás” rápido fue sí, pero joerrrrr qué
dolor… el resto a la mínima velocidad, prefiero “disfrutar” de la velocidad crucero…). También viene con unas
toallitas de alcohol individuales para desinfectar la zona de pinchazo. Pack
completito.
Los efectos secundarios: ya no eran sólo rojeces (que alguna
me salía, pero no tanto como con Copaxone) sino los bultitos que salían y tardaban
muchísimo en quitarse, eran como canicas y claro, si lo veías bien, porque no
pinchabas encima, pero los muy cabronazos a veces estaban internos y ahí sí que
sí, ya no te hacía falta un telescopio para ver las estrellas, porque yo veía
hasta la estrella polar pasando por el techo de mi casa… ayyy que me duele
solamente de recordarlo todavía jajaja
Lo bueno… (que sí, que algo bueno tendría que tener…) que no
es necesario conservar el Betaferon en la nevera… y que el pinchazo, no sé si
por el “artefacto del futuro” alías el inyector o porqué, pero duele menos que
Copaxone (os recuerdo que todo lo que
leéis es única y exclusivamente mi
experiencia)
Este tratamiento me duró un mes menos que el Copaxone, en octubre
2017 me lo tuvieron que retirar, las resonancias salían muy mal, muchas
lesiones más en el cerebro y ya una nueva más a nivel de médula en la espalda. Entre
mayo y septiembre que lo estuve poniendo me dieron 2 brotes y también en este
espacio de tiempo me hicieron 2 resonancias; la primera necesaria para ver cómo
iba el Betaferon, la cual, salió “no muy mal” por decir algo, pero mi neuróloga
pensaba que igual estaba frenando la EM, pero no… tuvieron que hacerme otra en
el siguiente brote porque ya no olía bien la cosa, y así fue… De nuevo otro “tratamiento
al garete”, BETAFERON NO FUNCIONA…
vamos a probar con TECFIDERA
(tratamiento oral)
En estos momentos la EM está muy agresiva, no son capaces de
controlarla con nada…
Tenía resonancia el 12 de diciembre y como aquí en este
momento estamos a finales de octubre; voy a terminar lo que me queda de
Betaferon para por lo menos no estar sin nada hasta que lleguen los resultados
y poder empezar con el nuevo tratamiento.
Estaba muy disgustada, sin ánimo de nada, ¿pero por qué no dan con
algo que me valga?, esto cada día me daba más miedo, ya no solamente eran
los tratamientos sino los brotes que no paraban y cada vez me dejaban más
secuelas y que mi cuerpo no era capaz a recuperar y súmale la gran cantidad de
corticoides que estaban metiendo en mi cuerpo y que tan mal me sentaban… “Por lo menos con el nuevo tratamiento si me
vale, estaré mejor porque además son comprimidos y no tengo que pincharme…”
jajaja sigo siendo ingenua señores… ¿atreverme a pensar que yo tendría algo de
suerte...? pues no… por lo menos NO por ahora….
CONTINUARÁ….
Hola guapa me. Encanta tu blog. Cuantas lesiones tienes en la médula?
ResponderEliminarHola muchas gracias!!! Encantada de que te guste mi blog!!!
EliminarPues en la médula tengo 3 lesiones... el resto de lesiones en el cerebro (unas cuantas más...)