→
Cuanto has sufrido tanto, cuando llevas un buen tiempo pasando por momentos
malos, que ya no sabes escapar de ellos… llega un punto en el que todos esos
momentos, los conviertes en tu arma más preciada para que ese dolor, se
transmita en forma de ayuda hacia la gente que como tú, ha pasado por el
sufrimiento más absoluto. Ahí llega la EMPATÍA, ahora sí puedes ponerte
(aunque sea un poco) en el pellejo de los demás.
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Ayudar, comprender, darte cuenta que la vida son sólo momentos, momentos que
solamente tú puedes decidir su futuro:
¿quieres
momentos malos?
-
Para eso simplemente tienes que dejar la vida pasar
atormentándote y seguir siendo infeliz
¿quieres momentos buenos?
-
Claro que sí; pues sólo tienes que convertir lo “malo”
a “bueno” ¿cómo…? Eso depende de ti. Yo, por mi parte intento exteriorizar todo
aquello que me hizo mal, en ayudar a todo el mundo que lo necesite, como yo en
su momento pedía a gritos.
→¿ Que me decís de esos momentos
en los que te sientes como un móvil de
más de 2 años?...siiii esos a los que ya les falla la batería y que, por mucho
que cargas, sigue estando bajo mínimos… pues eso mismo piensa mi cerebro… ¡qué
más da que te eches a descansar si vas a seguir con la batería (fatiga) medio
descargada! El único obstáculo que yo veo en esto… es que yo no puedo comprarme
otro cerebro con el plan renove…
→ Y esos otros momentazos en los
que dices “estoy muy cansada” y tu inteligente interlocutor te contesta: “eso
no es nada, cansados estamos todos”. Ayyyy que aparte de acarrear con la EM
(que ya pesa un huevo…) hacerlo también con personajes que vas encontrando por
el camino… ayyy por dios ¡mátame camión!
→ En los momentos “malos” es cuando de verdad
te das cuenta de quién te quiere, quien está dispuesto a luchar junto a ti y
hacerte sentir que no estás sola, que tu lucha, es también la suya.
→ En temas de amor, amistad… las
cosas se demuestran por acciones…” las palabras se las lleva el viento”. Por
ello, llega un momento en el que sacas de nuevo la balanza y sopesas qué
quieres en tú vida para intentar ser feliz y qué no necesitas. Piensas en ti,
sin olvidar, claro está, ponerte en el lugar de los demás, pero siempre tener a
tu lado lo “bueno” para poder seguir caminando hacia la felicidad.
→
Nunca se debe olvidar que, por desgracia, en algún momento de la vida, nos
tocará sufrir, por lo tanto, si tienes un poco de empatía con los de tu
alrededor… segurísimo que se te devolverá en la misma medida en la que tú la
proyectaste. Y, créeme, que se agradece, vaya si se agradece…
→ Al final esos momentos “malos”,
son los que te hacen ser mejor persona, más aún, de lo que ya eras…
→ En resumen, la vida se reduce a
“momentos” en los que en la mayoría tú tienes las directrices para llevarlos a
tu terreno y luego no arrepentirte cuando ya se tarde…
PUEDES PASARTE LA VIDA MIRANDO
HACIA ATRÁS, PERO NO SIRVE DE NADA
Qué buen post Jessie, como siempre, pienso exactamente igual que tú. el hacer el bien por los demás siempre nos es devuelto con creces. Evidentemente seguiremos ayudando en lo que podamos
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