Esta montaña rusa que nunca se para, esta vida en la que, ni
siquiera tienes las riendas de tu propio futuro y que jamás sabrás la ruta
exacta por la que ir, para llegar a tu destino planeado… una vida, en la que
rara vez te sientes “el dueño del mundo”; ya que un “bicho” se auto invitó a
ser el protagonista de tu cuerpo y, que rara vez, te deja unos momentos de
tranquilidad para que puedas conseguir ser “TÚ” en tu máximo esplendor sin
restricciones ni limitaciones…
Esos días en los que parece que todo se para, que se para el
tiempo… estás ahí arriba en la cima de la montaña rusa viendo el mundo tan
sumamente pequeño, y tú tan grande, con ganas de gritar que eres feliz, que
teniendo lo que tengas… nadie podrá quitarte esa sonrisa de la cara, nadie te
hará sentir de menos porque estás ahí, ahí arriba, con más ganas cada día de
luchar y aprovechar cada momento como si fuera el último… (en estos días, en
los que te sientes así, son los que cuentan para poder seguir… aprovecha para
seguir el máximo posible en la cima de la montaña rusa, haz todo lo que
quieras, dentro de tus posibilidades, claro está, pero no pienses mucho en el
mañana, aprovecha el “hoy”, porque quién
sabe si el mañana vendrá…)
Luego tienes días en los que te sientes bajar poco a poco de
esa “cima”, tu mundo se empieza a oscurecer poco a poco y a hacerse pequeñito…
aquí, en estos momentos, son en los que tenemos que, aunque cueste, volver a
sacar las pocas fuerzas que tengamos y luchar para volver a subir hasta la “cima”.
¿Así escrito parece muy fácil verdad? Pues no lo es, no es nada fácil, a veces
no quedan ni fuerzas ni ganas de volver a intentarlo… pero creedme que siempre
hay algo en el fondo, búscalas, porque las hay; aunque parezca mentira, somos
muchísimo más fuertes de lo que creemos… Pero nunca, nunca, arrojes la toalla,
por mal que lo estés pasando, nunca dejes la batalla a mitad de camino, porque
esta vida es así de dura, te hace ver que esa montaña rusa no se para ni en
sueños… tan pronto estas arriba como estás abajo…
Así que, disfruta y
vive cuando te encuentres en las alturas de esa montaña, que ya habrá tiempo
para llorar y pasarlo mal cuando te toque bajar… “la vida pasa y no vuelve”
Nunca desistáis, seguir luchando contra vuestra “enemiga”,
que no consiga bajaros muy a menudo, de las alturas de esa montaña rusa… mirad
a vuestro alrededor… tenéis TODO para ser felices o conseguirlo (lo que no te
haga feliz elimínalo de tu mente y de tu vida) y así, poco a poco, iremos
borrando también, aunque sea solamente por momentos, al “bicho” que quiere
hundirnos la vida (y que por supuesto no permitiremos… )
Siempre habrá bajones, y tal vez muy grandes, pero también, tendremos
fuerzas para volver a subir, y si no, contamos en nuestro alrededor con nuestra
familia y amigos que estarán ahí para tendernos esa mano que tanta falta nos
hace a veces…
MUCHO ÁNIMO A TODOS LOS QUE ESTÁIS EMPEZANDO CON LA
ESCLEROSIS MÚLTIPLE, Y A LOS DEMÁS QUE COMO YO, YA HEMOS EMPEZADO LA BATALLA
HACE UN TIEMPO…
Como siempre Jessy, me encanta lo que escribes. Muy bueno el símil de la montaña rusa, tenemos que buscar el anclaje para cuando estemos en la cima, quedarnos ahí el máximo tiempo posible. Y si no buscaremos las fuerzas y las manos para que nos tiren hacia arriba, que sí es cierto que hay, aunque a veces nos cueste verlo
ResponderEliminarGracias!!!! claro que sí, podremos estar mucho tiempo abajo, pero el tiempo que estemos en la "cima" lo disfrutaremos el doble...
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